La Federación Turca de Fútbol anunció las consecuencias
En un incidente escandaloso que resonó en todo el mundo, la escena futbolística turca se vio empañada por la agresión al árbitro Halil Umut Meler durante un partido entre el Ankaragucu y el Rizespor. El presidente del Ankaragucu, Faruk Koca, agredió físicamente al árbitro, lo que provocó la suspensión del campeonato turco. Pierluigi Collina, presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, expresó su consternación: “Horribles escenas las de Turquía. Es responsabilidad de todos los que aman este maravilloso juego actuar y hacer algo.”
Collina hizo hincapié en la gravedad de la situación, calificando las imágenes de “horribles” y condenando las miles de agresiones físicas y verbales que sufren los árbitros en todo el mundo. Avaló el carácter de Meler, citando encuentros personales durante el Mundial Sub 20 de Argentina, y afirmó que ni el árbitro ni el hombre merecían tal calvario.
La agresión provocó una enérgica respuesta de la Federación Turca de Fútbol, y Faruk Koca fue sancionado de por vida. Además, el Ankaragucu fue multado con 63.000 euros, y jugará sus próximos cinco partidos en casa sin espectadores. Las medidas disciplinarias se atribuyeron a los “incidentes causados en el campo por miembros del club y aficionados”.
El anuncio de la Federación Turca de Fútbol puso de relieve la severidad del castigo, que incluye sanciones económicas y advertencias para otros directivos del club. Koca, que dimitió el martes por la noche, fue sancionado con cinco años de inhabilitación, con la posibilidad de una inhabilitación permanente si la suspensión se prolonga más de tres años, de acuerdo con las normas de la federación.
El incidente provocó la suspensión de todos los partidos de liga hasta el 19 de diciembre como reacción al ataque. Las repercusiones se extendieron más allá de Turquía, suscitando una condena generalizada. Figuras notables como el ex árbitro Pierluigi Collina, el presidente de la FIFA Gianni Infantino e incluso el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan expresaron su enérgica desaprobación de la agresión. El incidente sirve de crudo recordatorio de los retos a los que se enfrentan los árbitros en todo el mundo, tanto en las ligas de primer nivel como en las divisiones inferiores, donde los incidentes a menudo no aparecen en los medios de comunicación.