El arbitraje de fútbol da un paso adelante con la nueva estrategia de comunicación entre árbitros y capitanes

Nuestro objetivo es aclarar nuestros procesos de toma de decisiones, manteniendo siempre un diálogo respetuoso con los jugadores.

Arbitrar en el fútbol moderno es una tarea enormemente difícil. Los árbitros tienen que tomar entre 200 y 250 decisiones durante un partido, lo que equivale a una decisión cada 22 segundos aproximadamente. Se enfrentan a situaciones difíciles, a menudo polémicas, a una presión inmensa y a un examen implacable desde múltiples perspectivas, tanto por parte de los aficionados como de los expertos. Buscamos árbitros con un carácter resuelto para tomar decisiones difíciles en el campo, pero también queremos que comuniquen con mayor transparencia sus procesos de toma de decisiones. Reciben una amplia información del Árbitro Asistente de Vídeo (VAR), y estamos preparados para mejorar la comunicación y compartir más información con jugadores y entrenadores para profundizar en su comprensión de los resultados de las decisiones.

La conducta de jugadores y entrenadores es un aspecto fundamental del fútbol. En un taller de la UEFA Euro 2024 para semifinalistas celebrado en abril, los entrenadores se comprometieron a defender el juego limpio. Este tema también ocupó un lugar destacado en una reciente reunión del Consejo de Fútbol de la UEFA celebrada en Nyon. El consenso entre entrenadores y jugadores es que nuestro novedoso enfoque fomenta un objetivo colectivo beneficioso para la integridad del deporte. A los árbitros les resulta imposible explicar sus decisiones en medio de una multitud de 22 jugadores, lo que no sólo impide una comunicación eficaz, sino que empaña el espectáculo del juego y su reputación.

Aun así, siempre habrá decisiones controvertidas. Para mejorar las prácticas actuales, pedimos a los árbitros que sean más comunicativos a la hora de explicar sus decisiones a los equipos durante la Eurocopa de la UEFA 2024.

Nuestra estrategia es sencilla: Pediremos a todos los equipos que establezcan una norma según la cual sólo el capitán pueda relacionarse con el árbitro. Los capitanes tendrán la obligación de asegurarse de que sus compañeros se abstengan de agolparse ante el árbitro, para permitir intercambios claros y respetuosos. Queremos insistir en que las discusiones deben limitarse al capitán o a un jugador de campo designado si el capitán es el portero, especialmente durante los incidentes en la mitad más alejada del campo.

Los jugadores que se salten este protocolo o se dirijan al árbitro con falta de respeto o desacato serán amonestados. Al habilitar a los capitanes como comunicadores singulares de sus equipos, los árbitros pueden ser transparentes en su diálogo, fomentando la confianza mutua y ejemplificando el liderazgo autoritario que exige el arbitraje contemporáneo.

Antes del torneo, el equipo de especialistas en arbitraje de la UEFA, junto con un árbitro del torneo, se reunirá con cada uno de los 24 equipos participantes para detallar estos procedimientos y comunicarse directamente con los jugadores. Al adoptar este enfoque y reforzar el papel de los árbitros, prevemos una mayor calidad de arbitraje en nuestros torneos, lo que se traducirá en experiencias más agradables tanto para los jugadores como para los espectadores.

Al fomentar las interacciones constructivas entre los capitanes de los equipos y los árbitros, todas las partes interesadas saldrán ganando, y se establecerá un rumbo positivo para el futuro del fútbol, el juego que tanto apreciamos.